14 de julio de 2010

BORRADOR DEL 2º MANIFIESTO DISFRUTISTA

La proximidad del 2º aniversario del Movimiento Disfrutista invita a la producción de un nuevo manifiesto, El Segundo Manifiesto Disfrutista.

El primer manifiesto disfrutista era un texto de 106.000 palabras cuya exposición pública se realizó en octubre de 2008 coincidiendo con el lanzamiento del Movimiento Disfrutista. El segundo manifiesto disfrutista pretende ser algo mucho más breve y mucho más participativo. Para una construcción multidireccional, se realiza una microacción copiapeguista original que se comunicará en un foro de divulgación y libre expresión cultural que es el Speaker’s Corner del Centro de Arte Complutense de Madrid, el día 14 de julio de 2010 a las 18.00h., tres meses y medio antes del 2º aniversario del Movimiento Disfrutista.

Esta acción copiapeguista, pretende ser un estímulo de ida y vuelta que recoja, en el momento o en los meses siguientes a su divulgación, interferencias, contribuciones y participaciones del exterior.
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AVANCE DE LA ACCIÓN COPIAPEGUISTA:
“Se roba a sí mismo. Hace desaparecer los caracteres que lo alejan de la comunidad. Los burgueses se parecen –todos son iguales–. No solían parecerse. Se les enseñó a robar –el robo se volvió función– lo más cómodo y menos peligroso es robarse a sí mismo.”[1]
“ ... el placer es el principio y el fin del vivir felizmente: éste es el bien primero y principal ...” [2]
“...Escribid deprisa, sin tema preconcebido, escribid lo suficientemente deprisa para no poder refrenaros, y para no tener la tentación de leer lo escrito [...] seguid escribiendo cuanto queráis. Confiad en la naturaleza inagotable del murmullo...”[3]
“Nuestra percepción termina en los objetos, y el objeto, una vez constituido, se presenta como la razón de todas las experiencias que de él hemos tenido o que podremos tener.”[4]
“Es el placer que nos da un objeto, entonces, el que nos lleva a otro; es por eso que el alma busca siempre cosas nuevas, y no descansa jamás [...]. Y como las bellezas de la obra de arte, a semejanza de las de la naturaleza, no consisten sino en los placeres que nos provocan, hay que hacerlas tan adecuadas como sea posible para variar esos placeres; hay que hacerle ver al alma cosas que no ha visto; es preciso que el sentimiento que se le brinda sea diferente que aquel que acaba de tener.” [5]
“El deseo y el placer forman un edificio común. La planta baja del deseo lleva al piso de arriba, que es el placer; la escalera que los comunica es la imaginación.”[6]
“ Q. ¿Implica el diseño la idea de productos necesariamente útiles?
A. Sí, aun cuando el uso pudiera ser muy sutil
Q. ¿Es posible participar en la creación de obras reservadas únicamente al placer?
A. ¿Quién dijo que el placer no es útil?” [7]
“Y si alguna vez, en las gradas de un palacio, sobre la hierba verde de un foso, en la tristona soledad de vuestro cuarto, os despertáis, disminuida ya o disipada la embriaguez, preguntad al viento, a la ola, a la estrella, al ave, al reloj, a todo lo que huye, a lo que gime, a todo lo que rueda, a todo lo que canta, a todo lo que habla, preguntadle la hora que es; y el viento, la ola, la estrella, el ave, el reloj, os contestarán: ¡es hora de emborracharse! Para no ser esclavos y mártires del tiempo, embriagaos, embriagaos sin cesar. De vino, de poesía o de virtud, de lo que queráis.”[8]
“Vosotros con la boca hecha a la imagen de la boca de Dios
boca que es el orden mismo
sed indulgentes al compararnos
con los que fueron la perfección y el orden
nosotros que siempre buscamos la aventura
no somos enemigos
Queremos daros vastos y extraños dominios
donde el misterio germina para el que quiera cosecharlo
hay fuegos nuevos colores nunca vistos
mil fantasmas imponderables
para darles realidad
y explorar la bondad país enorme y silencioso
hay tiempo para desterrar
y tiempo para el regreso
piedad para nosotros que combatimos siempre en las fronteras
de lo ilimitado y lo porvenir”[9]

[1] TZARA, TRISTAN. Siete manifiestos dadá. Ed. Cuadernos ínfimos. Barcelona, 1972. Traducción: Huberto Haltter. (edición original: 1918). Pag. 50.
[2] EPICURO, Carta a Meneceo, en LUCRECIO, De la naturaleza de las cosas, Ed. Espasa-Calpe, colección Austral. Madrid, 1969. Pags. 316-320. Adaptación de M. Frassineti de Gallo. (Edición original, s. IV a.C.).
[3] BRETON, ANDRÉ. Primer manifiesto surrealista. París, 1924.
[4] MERLEAU-PONTY, MAURICE. La fenomenología de la percepción. Ed. Fondo de Cultura Económica. México, 1957. Traducción: Emilio Uranga. (Ed. original: Phénoménologie de la Perception. Gallimard. París, 1945)
[5] MONTESQUIEU, CHARLES DE SECONDAT, BARÓN DE. Ensayo sobre el gusto. Ed. Libros del Zorzal. Buenos Aires, 2006. Traducción: Ariel Dilon. (Edición original, 1717). Pag. 23 y pag. 29.
[6] ROJAS, ENRIQUE. Aprender a educar nuestros deseos. Artículo en Diario El Mundo. Tribuna / Psicología. Madrid, 10 de julio de 2009.
[7] EAMES, RAY; NEUHART, JOHN y NEUHART, MARILYN. Eames Design. The Work of the office of Charles and Ray Eames. Ed: Harry N. Abrahms, Inc., Publishers. Nueva York, 1989. Pag. 14.
[8] BAUDELAIRE, CHARLES. Pequeños poemas en prosa. Los paraísos artificiales. Ed. Cátedra. Madrid, 1986. Traducción: José Antonio Millán Alba. (Edición original, 1869).
[9] APOLLINAIRE, GUILLAUME. Caligramas. Ed. Altaya. Madrid, 1996. (Edición original, Calligrammes. Ed. Mercure de France. París, 1918)

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